Los pobladores pobres que viven en la amazonía peruana, se ven obligados a utilizar los recursos naturales para preparar sus alimentos, empleando la leña en sus cocinas o el carbón en las parrillas para cocinar y purificar el agua que toman en el sector rural donde no hay agua potable.
Todas las familias rurales destruyen el bosque para utilizar la madera para leña en vista que el gas doméstico resulta siendo el más caro de latinoamérica.
Las familias pobres y de clase media de las ciudades de Amazonas y San Martín también han decidido comprar leña y carbón por el alto precio del gas doméstico que llega a costar hasta 34 nuevos soles el balón de 10 kilos.
Inexplicablemente, el gobierno del Presidente Alan Gracía, ha reducido a la mitad el precio del gas para vehículos, para favorecer a las empresas que venden vehículos motorizados a gas; mientras que en la misma Región del Cuzco, los pobladores tienen que pagar también el gas doméstico hasta 34 nuevos soles por el balón de 10 kilos; siendo productores de gas.
Los congresistas consultados por Fomentando Desarrollo, Pastor Valdivieso y Rolando Reátegui, no han respondido aún la inquietud de las poblaciones de la amazonía que pagan el costo más alto del mundo para producir sus alimentos; y quienes se están beneficiando son la caja fiscal y las empresas españolas, chilenas y brasileras que negocian con los combustibles y el gas doméstico, en deterioro de nuestro ecosistema. Si el petróleo y el gas resulta caro, ¿es mas fácil quemar bosques para cocinar que utilizar energía eléctrica cuyas tarifas son las más caras del mundo, y el gas que tiene un tratamiento igual?
Los agricultores considerados como pequeños empresarios, están pagando los costos más altos de América y Europa, por la preparación de sus chacras, en las actividades de desbroce, destoconado, aradura, siembra, cultivo de malezas y abonamiento.
Este costo alto también perjudica al transporte y a la energía eléctrica que juntos utilizan el diessel 2, que se ha convertido en el combustible más caro del mundo y que se paga en las regiones del interior del Perú como Amazonas y San Martín, que no gozan de exoneraciones tributarias para dichos productos estratégicos para el desarrollo de esta zona deprimida y alejada de los grandes mercados del Perú.
Con esta política equivocada, el Presidente Alan García busca llenar la Caja Fiscal para pagar sueldos altos de los funcionarios de Palacio de Gobierno, congresistas, y de la burocracia del Estado; sin embargo, contrariamente a las tendencias mundiales de conservación de los recursos naturales, está propiciando la destrucción de lo más preciado del mundo, el medio ambiente natural de la gran amazonía considerada el pulmón del mundo, sumada a la precaria economía de las poblaciones rurales del interior del País y que conviven con los recursos naturales.
Todas las familias rurales destruyen el bosque para utilizar la madera para leña en vista que el gas doméstico resulta siendo el más caro de latinoamérica.
Las familias pobres y de clase media de las ciudades de Amazonas y San Martín también han decidido comprar leña y carbón por el alto precio del gas doméstico que llega a costar hasta 34 nuevos soles el balón de 10 kilos.
Inexplicablemente, el gobierno del Presidente Alan Gracía, ha reducido a la mitad el precio del gas para vehículos, para favorecer a las empresas que venden vehículos motorizados a gas; mientras que en la misma Región del Cuzco, los pobladores tienen que pagar también el gas doméstico hasta 34 nuevos soles por el balón de 10 kilos; siendo productores de gas.
Los congresistas consultados por Fomentando Desarrollo, Pastor Valdivieso y Rolando Reátegui, no han respondido aún la inquietud de las poblaciones de la amazonía que pagan el costo más alto del mundo para producir sus alimentos; y quienes se están beneficiando son la caja fiscal y las empresas españolas, chilenas y brasileras que negocian con los combustibles y el gas doméstico, en deterioro de nuestro ecosistema. Si el petróleo y el gas resulta caro, ¿es mas fácil quemar bosques para cocinar que utilizar energía eléctrica cuyas tarifas son las más caras del mundo, y el gas que tiene un tratamiento igual?
Los agricultores considerados como pequeños empresarios, están pagando los costos más altos de América y Europa, por la preparación de sus chacras, en las actividades de desbroce, destoconado, aradura, siembra, cultivo de malezas y abonamiento.
Este costo alto también perjudica al transporte y a la energía eléctrica que juntos utilizan el diessel 2, que se ha convertido en el combustible más caro del mundo y que se paga en las regiones del interior del Perú como Amazonas y San Martín, que no gozan de exoneraciones tributarias para dichos productos estratégicos para el desarrollo de esta zona deprimida y alejada de los grandes mercados del Perú.
Con esta política equivocada, el Presidente Alan García busca llenar la Caja Fiscal para pagar sueldos altos de los funcionarios de Palacio de Gobierno, congresistas, y de la burocracia del Estado; sin embargo, contrariamente a las tendencias mundiales de conservación de los recursos naturales, está propiciando la destrucción de lo más preciado del mundo, el medio ambiente natural de la gran amazonía considerada el pulmón del mundo, sumada a la precaria economía de las poblaciones rurales del interior del País y que conviven con los recursos naturales.